Hoy día es muy común oir hablar de intérprete y traductor indistintamente. La mayoría de las veces se usan como sinónimos. Incluso la RAE confunde estos términos al hablar de traducción simultánea y no de interpretación simultánea, pero ¿es lo mismo traducción que interpretación?
Ambas se encargan de trasladar una idea de un idioma a otro. La diferencia principal es que cada una usa un medio diferente. El medio de la interpretación será el oral mientras que el de la traducción será el escrito. En este artículo conoceremos en qué consiste la labor de la interpretación.
Ser intérprete no es tarea fácil. El intérprete debe poseer una serie de competencias esenciales entre las que podemos destacar:
El conocimiento de las lenguas de trabajo y de las distintas culturas a la perfección. Además, el intérprete debe ser un gran documentalista para especializarse en los distintos temas. Y, ademas, usar la terminología adecuada en cada uno de ellos. Otra competencia fundamental es la capacidad de concentración. Tiene que ser máxima. Independientemente de la modalidad que use deberá traducir esa idea en su mente de un idioma a otro en décimas de segundo. Esto nos lleva a hablar de otras de las competencias fundamentales: la gestión del estrés. El proceso de traducir mentalmente sin ningún tipo de apoyo (diccionario, glosarios, etc.) y la obligación de no cometer ningún error produce un estrés inevitable para cualquier persona.
Podemos pensar ¿tan grave es cometer un error? En esta profesión si lo es porque normalmente los ámbitos de trabajo son muy importantes. Las consecuencias pueden ser muy graves.
La labor de un intérprete será necesaria siempre y cuando haya dos o más interlocutores que necesiten entenderse y no hablen el mismo idioma. Por tanto, existen muchas ocasiones en las que se puede necesitar un intérprete. Por ejemplo, en conferencias (conferencias del parlamento europeo o de cualquier otro tipo), hospitales (un extranjero necesita explicar su problema al médico), juzgados (el acusado no habla el idioma del país donde ha cometido el delito), reuniones de empresas (empresas de distintos países quieren hacer algún tipo de negocio) o también en conflictos bélicos, casos de inmigración, como mencionamos en el anterior artículo, o comisarías de policía.
¿Cómo interviene el intérprete?
El intérprete puede intervenir a través de las distintas modalidades de interpretación. Las principales son:
- Simultánea, el intérprete deberá traducir el discurso del orador a medida que este se va desarrollando. No existe la posibilidad de consultar diccionarios, glosarios, etc. Esto se debe a que todo se realiza de forma simultánea al discurso del orador. Esta interpretación conlleva un esfuerzo psíquico y psicológico enorme.
- Bilateral o de enlace. A diferencia de la simultánea, en la que solo se traduce a una lengua, en la bilateral se traduce a ambas lenguas de trabajo. Para entenderlo mejor pondremos un ejemplo claro. Una conversación entre un jefe de empresa español y otro estadounidense. El intérprete deberá traducir al inglés el discurso del jefe español y al español el discurso del estadounidense para que ambos puedan entenderse.
- Consecutiva: el orador expone su discurso y el intérprete tiene unos segundos para repetirlo en la lengua meta (a la que se traduce). En este tipo de interpretación el intérprete cuenta con la ayuda de la toma de notas para enlazar las ideas que el orador a expuesto y recoger cada una de ellas. Por propia experiencia, he de decir que la toma de notas no es tan sencilla. Por su nombre podemos pensar que es como tomar apuntes, por ejemplo, pero va más allá. Se trata de recoger una idea en pocos símbolos o palabras de manera que cuando el intérprete lo vea sea capaz de reproducir el discurso, lo que resulta muy difícil.
Cómo hemos podido comprobar la labor de un intérprete es esencial en muchas situaciones. Tenemos que pensar que hoy día no podemos vivir los unos sin los otros. Es decir, cada país necesita exportar sus productos, negociar. Nosotros necesitamos viajar, vivir en otros países, etc. y no podemos hablar todos los idiomas del mundo. Además, como hemos visto no solo se trata de conocer el idioma sino de mucho más. Es posible que la interpretación sea una de las profesiones que más cansancio produce mentalmente. Pero seguramente sea una de las más satisfactorias al ver que puedes conseguir que dos personas, países, empresas, etc. que no comparten el mismo idioma se entiendan sin ningún problema.