La traducción jurada en España y en otros países
Muchos de nosotros alguna vez hemos oído hablar sobre la traducción jurada en España, pero ¿sabemos exactamente en qué consiste y si existe algún tipo de equivalencia en otros países?
Lo primero que hay que saber para poder entender con claridad en qué consiste este tipo de traducción, es que la traducción jurada como tal solo está reconocida con este nombre en España. En otros países se habla de traducción oficial y no de traducción jurada.
Ahora que ya sabemos distinguir entre una y otra, veamos en qué consiste.
Una traducción jurada u oficial es aquella traducción de cualquier documento que tenga que surtir efecto legal en ciertas situaciones o trámites, y que ha sido firmada y sellada por un traductor jurado u oficial.
¿Y en qué consiste el papel del traductor jurado? Pues bien, España es el país más estable y bien definido en cuanto a ley sobre traducción jurada se refiere. La figura del traductor jurado se encuentra perfectamente definida en la legislación española. Se trata de un fedatario público reconocido por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación con potestad para realizar traducciones que serán válidas y reconocidas en cualquier país.
Las traducciones juradas no son simples traducciones, sino que también tienen valor oficial. Así lo establece el Real Decreto 2555/1997 de 27 de agosto por el que se aprueba el Reglamento de la Oficina de Interpretación de Lenguas del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Además, el traductor jurado español también está habilitado y formado para realizar traducciones inversas legalmente válidas y puede realizar su labor desde cualquier parte del mundo.
Para ser traductor jurado en España es necesario aprobar un examen que convoca el Gobierno cada cierto tiempo. Una vez aprobado el examen, se le asigna al traductor un sello para la firma de sus futuras traducciones y queda registrado en el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación.
Pero ¿y en otros países? Como ya hemos mencionado, en otros países hablamos de traducción oficial y no jurada.
Por ejemplo, en el caso de Reino Unido, no existe el reconocimiento de traductor jurado. Los traductores profesionales normalmente forman parte del Institute of Linguists o del Institute of Translating and Interpreting, organismos que se encargan de velar por esta profesión.
Entonces, ¿no existen las traducciones oficiales en Reino Unido? Sí, pero para que sean oficiales el traductor debe presentarse ante un notario o un Commissioner for Oaths, (persona autorizada para verificar documentos legales) y explicitar que es una traducción fiel y exacta del original. El traductor no tiene que demostrar sus conocimientos y, a veces, no tiene la formación suficiente para traducir este tipo de documentos que requieren un lenguaje jurídico especializado. Sin embargo, en Reino Unido existe la figura del scrivener, notario público con conocimiento de un idioma extranjero, pero no tiene la acreditación de traductor y aún menos de traductor jurado.
Otros casos interesantes son los de Australia o Estados Unidos.
En Australia los traductores deben estar reconocidos por el NAATI (The National Accreditation Authority for Translators and Interpreters). Sin embargo, es más común que se solicite una traducción certificada, que será válida siempre y cuando vaya acompañada de un affidavit, es decir, una certificación bajo juramento de que la traducción es fiel al original y que debe estar fechada y firmada por el traductor.
En el caso de Estados Unidos, depende de la legislación de cada Estado, pero, en cualquier caso, la traducción debe estar acompañada, de nuevo, de un affidavit, lo que normalmente ralentiza el proceso.
Tras conocer los distintos casos, llegamos a la conclusión de que posiblemente la mejor opción sea elegir al traductor jurado español ya que sus traducciones serán válidas en cualquier país.
Independientemente de la nacionalidad del traductor hay que decir que este tipo de traducción requiere una formación y calidad exquisitas ya que se trata de documentos legales que pueden ser cruciales en la vida de una persona. El esfuerzo de un traductor jurado es máximo para que no haya ningún tipo de error pues el error no es una opción en este tipo de traducciones.