La localización en la traducción.
Todavía recuerdo mis primeras asignaturas de traducción audiovisual en la carrera y la aparición de la palabra localización. Al principio esta palabra me sonaba más a mi ubicación en el GPS que a un concepto relacionado con la traducción.
Sin embargo, con las explicaciones de mis profesores y algo de investigación, llegué a entender que el concepto de localización va más allá.
Según la LISA (Asociación de Estándares del Sector de la Localización) localizar un producto consiste en adaptarlo de forma que este se adapte correctamente al mercado al que pretende llegar. Es decir, consiste en tener en cuenta ciertos valores culturales antes de “exportar” un producto a un país extranjero.
Dentro de la traducción, la localización suele ser de vital importancia en textos publicitarios, de páginas web, software o videojuegos.
Localización en el cine.
Los elementos no textuales son muy importantes a la hora de querer transmitir un mensaje. De hecho, como bien dice el refrán “una imagen vale más que mil palabras”. A continuación muestro un claro ejemplo de localización de la película Del Revés (Inside Out).
En este caso vemos cómo a la izquierda la protagonista de la película tiene brócoli en el plato (verdura muy odiada entre los niños y niñas de EE.UU.). Sin embargo, en la imagen de la derecha, observamos cómo el brócoli ha cambiado a pimiento verde (producto que no suele gustar a los más pequeños en Japón). La imagen de la derecha correspondería a la adaptación de la película para su difusión en Japón.
Localización en la publicidad.
Asimismo, hace unos días me sorprendió encontrar otro ejemplo en el que se ha modificado una imagen debido a la cultura a la que iba dirigida. Podemos ver cómo las portadas de algunos discos pasaron a cambiar por completo para poder comercializarse en ciertos países:
Podría parecer que el primer ejemplo es más una adaptación cultural mientras que el segundo quizá rozaría la censura. Sea como sea, se trata de adaptaciones culturales que se han tenido que realizar para que el producto se comercialice entre un público en concreto.
Localización en páginas web.
Otro ejemplo importante en la localización es el uso de las banderas. En una página web es muy común encontrar las banderas en la parte superior para poder seleccionar el idioma. Como españoles no solemos tener problema con hacer clic sobre la bandera española para seleccionar nuestro idioma. Sin embargo, ¿se sentiría identificado un canadiense seleccionando las banderas de Francia o de Reino Unido para el inglés o el francés que se habla en Canadá? Probablemente no.
Por este motivo son algunas las webs que han comenzado a diferenciar entre la bandera de cada país (Español de México, de Colombia, Ecuador, etc.). O a indicar únicamente el idioma y entre paréntesis el país:
Estos son solamente algunos ejemplos de localización, pero en vuestro día a día seguro que podéis encontrar muchos más. Si tenéis algún ejemplo, ¡no dudéis en compartirlo con nosotros!