Cuando buscamos en el DRAE, la definición de “internacionalizar” encontramos “someter a la autoridad conjunta de varias naciones, o de un organismo que las represente, territorios o asuntos que dependían de la autoridad de un solo Estado”.
Sin embargo en los últimos años, el término “internacionalización” ha alcanzado un gran uso en el ámbito empresarial. Se entiende por el mismo como “el proceso mediante el cual una empresa crea las condiciones necesarias para salir al mercado internacional”.
Debido al mundo tan globalizado en el que vivimos, las empresas tienden, cada vez más, a la deslocalización. Y a dirigir su estrategia hacia el exterior para abrirse así paso en nuevos mercados; y formar parte de un mercado mundial cada vez más amplio y exigente.
El uso de Internet nos acerca fácilmente a los clientes, así como a futuros clientes. Todo esto es gracias a la globalización. También han aumentado considerablemente los contactos entre distintos países.
¿Qué papel juega la traducción en este proceso de internacionalización?
La internacionalización es un proceso a largo plazo que tiene como comienzo el proceso de traducción.
Primero de todo, hay que tener muy en cuenta las diferencias culturales e idiomáticas existentes. Es posible que algunos productos que triunfan en un mercado, no tengan la misma acogida en otros territorios. Por tanto, hablamos de todo un reto cultural. Este cambio de culturas puede manifestarse a través de las costumbres, preferencias, procedimientos, formas de expresión, etcétera.
De modo que es importante que a la hora de realizar esta ardua tarea, contemos con un profesional licenciado o graduado en Traducción e Interpretación, que posea los conocimientos y experiencia suficientes para poder realizar traducciones de cualquier tipo y grado de especialización.
Entre los diferentes servicios de traducción que necesitará la empresa para llevar a cabo su internacionalización, cabe destacar:
Tampoco podemos olvidar los servicios de interpretación, que son igualmente importantes en este proceso. Cuando una empresa ya ha dado el salto (o está a punto de darlo) al extranjero, es posible que tenga reuniones con socios, proveedores o empleados de distintas partes del mundo.
En cuanto a la traducción jurídica, esta es probablemente la más importante. Se necesitan traducciones oficiales juradas de contratos, convenios, estatutos, escrituras de constitución de una empresa, etcétera. Las traducciones tienen que ser realizadas por traductores jurados habilitados por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación. Así se asegura que la traducción es fiel a su original.
En definitiva, las agencias de traducción ayudan a las empresas a sumergirse plenamente en nuevos mercados y consolidar su presencia en ellos. Actuando así la traducción, como la llave que abre la puerta de entrada a este gran mercado, llamado mundo.
Por ello y para garantizar que esta entrada se produzca de forma perfecta, es necesario contar con los servicios de una empresa especializada de confianza, como es el caso de CBLingua, donde contamos con excelentes traductores y traductores jurados que garantizan la máxima calidad y profesionalidad.
Para solicitar presupuesto con nosotros, pulse aquí