¿Quién no ha soñado alguna vez con graduarse en Harvard, Stanford, Columbia o Yale?
Estudiar en los Estados Unidos una utopía para la mayoría de los jóvenes. Hoy en día el sueño americano está al alcance de todos y es una experiencia tremendamente enriquecedora, mejora las competencias lingüísticas del estudiante en la lengua extranjera, y a su vez le aportará un gran crecimiento académico y personal. En el que tendrá que adaptarse tanto a un nuevo sistema educativo como a una nueva cultura marcada por el ampliamente conocido sueño americano, prosperar y tener éxito. Aunque la mayoría pensamos que es un sueño imposible debido a los altos precios de las universidades norteamericanas, la realidad es que hay diferentes becas que pueden cubrir la financiación de nuestros estudios allí.
Existen dos tipos de becas, las académicas y las deportivas.
Las primeras van asociadas al perfil académico del alumno por lo que dependiendo del expediente académico del alumno. La cantidad que se financiará puede ser mayor o menor, mientras que las segundas van destinadas a deportistas de alto rendimiento. Si hubiese que decantarse por una de las dos se recomienda intentar conseguir una beca académica. En el caso de que el alumno formase parte de algún equipo, su entrenador podría otorgarle también una beca deportiva.
Por otro lado, una vez hayamos elegido dónde queremos cursar nuestros estudios y decidido qué tipo de beca queremos solicitar para estudiar en Estados Unidos el siguiente paso será la solicitud del visado. En este caso nos haría falta un visado F. El estudiante deberá darse del alta en el Sistema de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (SEVIS). De esta forma, procederemos a la solicitud una vez que la universidad de destino haya introducido los datos en dicho sistema.
Es aquí donde la traducción jurada se convierte en la pieza clave de todo este proceso burocrático. Para que todos los documentos solicitados por los Estados Unidos (tanto los de la universidad de destino como los de la Administración americana) sean aceptados y tengan validez. Entonces es necesario que vayan traducidos, firmados y sellados por un traductor jurado reconocido por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación.
¡El papel de la Traducción Jurada en la burocracia académica de Estados Unidos!
Por ejemplo, alguno de los documentos que necesitaremos tener traducidos y con la Apostilla de la Haya, conforme a lo establecido por el Ministerio de Educación. De esta forma podremos continuar con nuestra educación superior en Estados Unidos, serán el título de Grado y el expediente académico. Concretamente, la traducción del expediente académico puede ser uno de los principales quebraderos de cabeza de cualquier traductor jurado ya que éste necesita estar al día de las equivalencias entre el sistema de calificaciones español y americano:
PAÍS | SUSPENSO | APROBADO | NOTABLE | SOBRESALIENTE | MATRÍCULA DE HONOR |
ESPAÑA | 0 / 4,9 | 5 / 6,9 | 7 / 8,9 | 9 / 9,9 | 10 |
EE.UU. 1 | F | D- / C- | C / B | B+ / A- | A |
EE.UU. 2 | F | C- / C+ | B- / B+ | A- / A | A+ |
En cualquier caso, si nos decantamos por continuar nuestros estudios en Estados Unidos, debemos prestar mucha atención a toda la documentación que debemos aportar para poder solicitar una traducción jurada de los documentos correspondientes y que no se nos pase el plazo de entrega. Por lo tanto, tal y como podemos concluir, un buen traductor jurado de inglés tiene que dominar con soltura el sistema educativo americano para realizar correctamente su labor y que sus traducciones no presenten ningún tipo de problema a la hora de la aceptación de los documentos por la Administración americana.