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Máster del Universo

Máster del Universo

Bienvenidos de nuevo a mi espacio dentro de los blogs de CBLingua. En mi último artículo, hablaba de las dos salidas tras finalizar los estudios universitarios: buscar trabajo o cursar un máster.

Algunos estaréis pensando ¿por qué tengo que elegir una opción? Y razón no os falta. Muchos son los estudiantes que, tras finalizar la carrera, se aventuran a llevar estas dos salidas de la mano. De hecho, ese fue mi caso. Tras finalizar mi último año en Traducción e Interpretación, decidí realizar un máster para especializarme en el campo que más me interesaba mientras que comenzaba mi carrera profesional.

Tanto si quieres cursar un máster a tiempo completo como si quieres compaginarlo con el trabajo, en este artículo me gustaría aportar mi granito de arena a la decisión de qué máster elegir.

El primer punto: ¿de verdad necesitas/quieres cursar un máster?

He observado que, con la crisis económica de España y el elevado número de desempleados en nuestro país, se convirtió en un factor común entre los estudiantes lo que yo llamo “titulitis”. La “titulitis” consiste en sacarse títulos en absolutamente todo lo que nos dé tiempo. Sin embargo, un máster es un estudio en profundidad de aquello que más nos interesa. No creo que sea recomendable hacer un máster solamente por no saber qué otra cosa hacer o como entretenimiento hasta ver qué rumbo queremos darle a nuestra vida profesional. Quizá unos años después de haber acabado la carrera sea cuando nos demos cuenta de en qué queremos realmente profundizar; no hay prisa.

Segundo punto: ¿en qué hago el máster?

En mi caso, decidí cursar el máster en aquello que más me interesaba en la carrera pero sentía que no había aprendido en profundidad: la Traducción Audiovisual. Junto con la Traducción Jurada, era mi especialidad preferida. Creo que es también muy interesante para un traductor realizar un máster que complemente sus estudios. Másteres en Relaciones Internacionales, Derecho o Periodismo, multiplican por dos las opciones laborales de un traductor.

Tercer punto: ¿presencial u online?

Esto es algo quizá un poco más personal. Dependerá de la situación personal/laboral de cada uno y de tus preferencias (si odias estar delante de un ordenador o no). Os aconsejo que, en caso de que elijáis la modalidad online, os informéis bien de cómo se mandaría el temario, la forma de evaluación y el contacto con el profesorado. Si bien es cierto que en mi máster online la evaluación y el contacto con los profesores fue muy fluido y agradable, conozco otros compañeros que no podrían decir lo mismo. Como recomiendo siempre en mis artículos, ¡usad bien Internet! Hay muchos foros y páginas web que podrán orientaros.

Cuarto punto: ¿oficial o propio?

Esto va a depender mucho de las salidas que quieras darle a tus estudios. Son varias las diferencias entre un máster oficial y uno propio. Las más destacables son que los oficiales están reconocidos a nivel europeo y te permiten realizar estudios de Doctorado mientras que los propios están más enfocados a la empresa privada. Un título propio está pensado para mejorar la cualificación profesional y especializar en un ámbito laboral concreto.

Por último, me gustaría dejaros aquí un artículo del periódico el Mundo, donde podréis encontrar un listado de los mejores másteres de 2016: http://www.elmundo.es/mejores-masters/

Pues hasta aquí mi aportación al proceso de selección de máster. Espero haberos ayudado y que la información os sea de utilidad. ¡Hasta la próxima!

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