Hoy en día, es casi impensable que una empresa con éxito no tenga su propio sitio en Internet. Restaurantes, tiendas de ropa, despachos de abogados, empresas de alimentación… sin duda merece la pena traducir mi WEB. Prácticamente todos los negocios actuales cuentan con una web. Esta elección es muy útil a la hora de proyectar los servicios ofertados de una forma más visual y, en la mayoría de los casos, se utilizan para facilitar la adquisición de los productos a los usuarios.
Qué beneficios tiene traducir mi web?
Si contamos con los servicios de un traductor profesional para adaptar nuestro contenido, atraeremos indudablemente a un público mucho más amplio. En el caso de que la traducción sea a varios idiomas, además, el número de potenciales clientes se multiplicará.
La escasez de páginas web traducidas
Cuando se trata de empresas que son visitadas por usuarios internacionales, no obstante, no es frecuente que encontremos páginas web bien traducidas y adaptadas al público meta. La mayoría de empresas decide no traducirlas por ahorrar gastos. Como máximo, en algunos casos, observamos la traducción a un único idioma, que suele ser al inglés, y, a veces, realizada de forma poco profesional, mediante servicios de traducción automática, como Google Translate.
¿Qué desventajas tiene no traducir mi web?
Lo que las empresas no saben es que esto puede tener consecuencias notablemente visibles en sus números. No traducir la web o hacerlo de forma no profesional no solo influye de manera negativa en la imagen de la empresa y en la marca, sino que también provoca que muchos clientes dejen de interesarse por los productos al no entender el contenido.
¿Qué beneficios tiene traducir mi web?
Si contamos con los servicios de un traductor profesional para adaptar nuestro contenido, atraeremos indudablemente a un público mucho más amplio. En el caso de que la traducción sea a varios idiomas, además, el número de potenciales clientes se multiplicará.
Traducir de forma correcta nuestro contenido en varios idiomas también otorgará más profesionalidad a la empresa.
¿Merece entonces la pena?
Como habrás podido ver, traducir la web de forma profesional no implica prácticamente ninguna desventaja. El único inconveniente que podríamos extraer es el coste que este proceso conlleva. Por este motivo, es fundamental que la empresa interesada en traducir su contenido analice las necesidades de su negocio.
Por ejemplo, esta puede realizar un análisis de las visitas recibidas en su web para evaluar si realmente le merece la pena traducir su contenido. Si observa que recibe visitas de ciudadanos de un país extranjero durante un largo periodo de tiempo, probablemente necesita traducir su web.
Hay que tener en cuenta que se trata de una inversión a largo plazo. Traducir la página web no supone multiplicar nuestras ventas al instante, pero sí que probablemente estas se verán incrementadas con el mayor número de visitas de clientes de otros países en los próximos meses.
También cabe destacar que es importante ser constante. Es decir, traducir una página web una vez y no volver a hacerlo nunca más es todo un error. Si nuestra web está en constante cambio y se añade nuevo contenido o este se modifica con frecuencia, lo más coherente es que la web en el otro idioma cambie en consonancia.
En definitiva, se trata de una responsabilidad más en la gestión de nuestra empresa, que no todos los empresarios están dispuestos a asumir. No obstante, no podemos olvidar que, si se hace de la forma correcta con la ayuda de traductores profesionales, puede ser el impulso que haga triunfar a nuestro negocio.