Prácticas en CBLingua
¿Qué ventajas aporta para un traductor que se está formando realizar prácticas en una agencia de traducción como CBLingua?
Hacer prácticas en una empresa suele crear un sentimiento tanto de emoción como de nerviosismo. En un primer momento, no sabemos a lo que nos enfrentamos, pero, sin lugar a dudas, en una experiencia 100% recomendable.
En la universidad, empezamos a aprender a traducir y nos intentan ayudar a que veamos como es el mundo profesional en la traducción. Sin embargo, durante mi experiencia en CBLingua, me he dado cuenta de que nada tiene que ver el mundo académico con el mundo laboral. Una de las diferencias es que muchas veces los plazos no son tan extensos como nos gustaría y, sobre todo, durante el proceso de documentación. Por otro lado, en la universidad se ven muchos tipos de textos de puntillas para abarcar la mayor cantidad posible. En CBLingua, me han enseñado que existen documentos que son muy frecuentes y que tener una plantilla de estos documentos hace que el trabajo sea mucho más ágil. Además, mucha terminología se repite y acabas aprendiendo mucho vocabulario al traducir estos documentos, algo que no ocurre durante la etapa académica porque, con suerte, se hace una traducción de cada tipo de texto. Por último, algo que para mí ha supuesto una gran diferencia es que en CBLingua, me he sentido con la confianza para plantear todas mis preguntas y dudas sin ningún tipo de inseguridad y, por lo tanto, considero que, gracias a los coordinadores, he ido subiendo escalones día tras día.
A estos meses en CBLingua en Sevilla los denominaría «etapa de evolución». Comencé las prácticas aprendiendo el funcionamiento de la empresa y analizando documentos ya traducidos. Después, empecé a traducir documentos que mi coordinador revisaba cuando estaban terminados y, por último, me asignaron proyectos para clientes en la plataforma. En este proceso no solo he aprendido a mantener el formato de los documentos o la terminología que se usa, sino que también me han enseñado a incrementar mi conocimiento en la redacción de textos e incluso a conocer la utilidad de cada uno de ellos.
Finalmente, podría decir que mi día a día como traductora me ha resultado muy gratificante, ya que podía formar parte del proceso traductológico de un documento y obtener un texto final del que sentirme orgullosa. De esta gran experiencia, me llevo el aprendizaje y la amabilidad y generosidad de los compañeros.